A estas alturas todos sabéis el porqué de MG y cía. Es cierta la historia del baterista, hay documentos gráficos que rememoran aquel concierto, tanto como su operación de pólipos y la carrera frustrada del Joselito del norte en plan moderno. Pero hay más cosas que no se cuentan…
Puede que para no herir la autoestima de Paul o porqué este último nunca lo reconocería, pero antes…, antes hubo otro candidato para el «cuarto». La auténtica historia es que aquellos tres jovenzuelos lo buscaron y lo encontraron, pero pese a su insistencia decidió que no, que su concepto de un swing iba por otros derroteros y no estaba en el baile; que por aquel entonces no estaba dispuesto a prescindir de su «raya al lado» a cambio de unos pelos sin concierto ni desconcierto. Tenia claro que no cambiaba el paisaje de Altos Hornos, en sus idas y venidas a la villa, por el Albert Dock… Que Abbey Road está muy bien, ojo, pero que la Avenida Zugazarte y la Gran Vía tienen su cosa. A donde va a parar Liverpool con Bilbao…
Él dice que sin su gato Lucas ya no sería el mismo, nosotros creemos que MG y cía sin ellos, tampoco….
Por cierto, o de cultura musical andáis flojillos o se os escapan algunos de los mentideros de la villa…